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Trump endurece aranceles al acero y aluminio canadiense en una nueva escalada comercial

  • Foto del escritor: Angel Eustorgio Hernández del Ángel
    Angel Eustorgio Hernández del Ángel
  • 11 mar
  • 2 Min. de lectura

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un aumento del 50% en los aranceles sobre el acero y el aluminio procedente de Canadá, en respuesta a la reciente decisión de la provincia de Ontario de gravar con un 25% las exportaciones de electricidad hacia EE. UU. La medida refuerza las tensiones comerciales entre ambos países y añade incertidumbre a la economía norteamericana.

Trump explicó en su red Truth Social que ordenó al Departamento de Comercio aplicar un arancel adicional del 25% a los productos metálicos importados desde Canadá, con vigencia inmediata. Además, exigió la eliminación de los aranceles canadienses a productos lácteos estadounidenses, advirtiendo sobre posibles represalias en el sector automotriz.

El primer ministro de Ontario, Doug Ford, respondió asegurando que su administración no dará marcha atrás en sus medidas mientras los aranceles de Trump continúen afectando las exportaciones canadienses. Esta confrontación ha generado volatilidad en los mercados financieros, con el índice S&P 500 cayendo un 1% en medio de temores de inflación y menor crecimiento económico en EE. UU.

A partir del miércoles, los aranceles del 25% al acero y aluminio no solo afectarán a Canadá, sino también a países como México, Brasil y Corea del Sur, eliminando exenciones previas. Trump ha reiterado que no habrá excepciones a estas políticas, argumentando que busca fortalecer la industria estadounidense.

Sin embargo, economistas advierten que esta postura proteccionista podría desencadenar una recesión en EE. UU., afectando también a sus socios comerciales. Una reciente encuesta de Reuters reveló que el 95% de los expertos en economía de América del Norte ven un riesgo creciente de desaceleración económica debido a la incertidumbre generada por los aranceles.

Mientras la confrontación comercial entre EE. UU. y Canadá se intensifica, el impacto en los mercados y la economía global sigue siendo una preocupación central para inversores y líderes empresariales.


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