Senado aprueba reforma de Ruth González silva para visibilizar y atender las necesidades de niñas y mujeres autistas

El Senado de la República aprobó la reforma presentada por la senadora Ruth González Silva para incorporar la perspectiva de género en la Ley General para la Atención y Protección a Personas con la Condición del Espectro Autista. El objetivo es atender décadas de diagnósticos tardíos, omisiones y estereotipos que han limitado el acceso a servicios para miles de niñas y mujeres en México.

González Silva señaló que, a diferencia de los hombres, muchas mujeres autistas aprendieron a ocultar o enmascarar sus síntomas, lo que provocó que sus señales fueran minimizadas o confundidas con otros trastornos. Esto las dejó fuera de apoyos médicos, educativos y sociales. Desde tribuna, afirmó que durante años miles de mujeres “pidieron ser vistas, escuchadas y comprendidas”, y que esta reforma representa un paso hacia un reconocimiento digno de su realidad.

La modificación legal obliga al Estado a incorporar la experiencia diferenciada de género en diagnósticos, políticas públicas, programas de bienestar y acciones interinstitucionales. Además, promueve enfoques de derechos humanos e interseccionalidad para garantizar una atención integral.

La reforma permitirá avanzar hacia diagnósticos más precisos y oportunos, atención médica y terapéutica acorde con las necesidades específicas de niñas y mujeres, entornos educativos más inclusivos y condiciones que faciliten una vida laboral libre de estigma.

La senadora destacó que, aunque existen avances en inclusión, persisten barreras culturales que silencian la diferencia y castigan lo que no encaja. Subrayó que legislar con perspectiva de género “no es una consigna ideológica, sino un acto de justicia”, pues reconoce vidas históricamente ignoradas.

Organizaciones y familias han señalado que los diagnósticos equivocados y la falta de acompañamiento adecuado afectan la autoestima, la salud mental y las oportunidades de desarrollo de mujeres con autismo, quienes enfrentan una doble carga: la invisibilidad de su condición y los estereotipos de género.

González Silva afirmó que la reforma no solo actualiza una ley, sino que dignifica historias y abre caminos de reconocimiento, cuidado y pertenencia. “Hoy hacemos visible lo que por años estuvo oculto, y enviamos un mensaje: ninguna niña o mujer debería crecer sintiéndose fuera de lugar por ser quien es”, dijo.

Finalmente, llamó a que estos cambios se traduzcan en políticas reales, con recursos y voluntad, y no solo en modificaciones simbólicas.