Celebran el Día del Cartero y reconocen la labor de quienes mantienen viva la conexión entre las personas

Este 12 de noviembre se celebra el Día del Cartero y del Empleado Postal, una fecha que invita a reflexionar sobre la importante labor de quienes, durante generaciones, han sido mensajeros de noticias, emociones y vínculos humanos. En una época dominada por la inmediatez digital, resulta valioso recordar el papel del correo como uno de los pilares que unieron a las comunidades y mantuvieron vivas las relaciones a distancia.

En sus inicios, el ferrocarril no solo impulsó el desarrollo de las ciudades, sino que también se convirtió en un aliado esencial del servicio postal. Vagones adaptados como oficinas móviles permitieron a los carteros recoger y distribuir correspondencia, transformando la manera en que México se comunicaba.

Esa historia cobra vida a través del testimonio de José María Vidales Aguayo, nieto de uno de los primeros carteros de Ciudad Valles: Gregorio Vidales, quien nació el 9 de mayo de 1891 en el ejido Los Sabinos. Al casarse con Edelia Herrera, decidió establecer su hogar en la calle Comonfort, donde comenzó su vida como cartero. Su jornada iniciaba en la estación del ferrocarril, donde recogía los paquetes y cartas para luego recorrer la ciudad a pie, acompañado únicamente por su burrito, que en ocasiones se asustaba por los perros que encontraba en el camino.

A pesar de las dificultades, Gregorio se ganó el respeto y cariño de su comunidad. Su imagen, con boina, gabardina, bolsa de cuero y silbato, se convirtió en símbolo del compromiso y la entrega que caracterizaban su oficio. Falleció el 20 de junio de 1973, pero su legado perdura no solo en su familia, sino también en la memoria colectiva de quienes aún recuerdan aquellas épocas en que el cartero era portador de esperanzas, afectos y noticias, especialmente durante las festividades decembrinas, cuando las cartas y tarjetas navideñas inundaban los buzones.

El legado de hombres como Gregorio Vidales continúa vivo en carteros como José Joaquín Vargas Ángeles, quien acumula 39 años de servicio. Él recuerda que las oficinas postales de Ciudad Valles han tenido varias sedes: desde la calle Juárez 214 hasta su actual ubicación en Pedro Antonio Santos. En los años ochenta, el equipo llegó a contar con 44 trabajadores, incluidos dos puestos administrativos femeninos. Con cierta nostalgia, rememora el año 1987, cuando las bicicletas fueron sustituidas por motocicletas, marcando el inicio de la modernización del servicio.

A lo largo de su carrera, Vargas ha vivido momentos difíciles, como la entrega de notificaciones que informaban a las familias sobre el fallecimiento de seres queridos en el extranjero. Sin embargo, destaca que, a pesar de los cambios tecnológicos, aún existe un sector de la población que prefiere enviar cartas, lo que demuestra que el correo sigue siendo un lazo tangible entre las personas.

Hoy, con solo 14 empleados brindando este servicio en la ciudad, se reconoce la constancia y vocación de quienes han hecho del correo una tradición viva. En este Día del Cartero, celebramos no solo un oficio, sino una historia de entrega, compromiso y humanidad. Detrás de cada carta hay una historia, una emoción y una vida que merece ser contada.